Bitácora de Viaje - Octava Escala: Mojácar

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Martes 2 de agosto
¡Qué lujo levantarse y ver el Mediterráneo desde el balcón de la pieza!
Por un par de días nos dedicaremos a la playa, el sol y a descansar panza arriba en la casa de veraneo de la suegra de Claudia.



Nos pusimos al día con el sueño atrasado y después de almorzar bajamos al mar. ¡Esto sí es vida!



Oh-oh! Los chicos se han topado con un anuncio interesante...



Las "supermamás" nos ponemos el chaleco salvavidas y bajo pretexto de "darle el gusto a los chicos" recordamos lejanas épocas en el club de regatas y la lagunita de Avellaneda. Han recorrido un largo camino, muchachas!



Se nota que los chicos nacieron en Hollywood, no se despeinan ni en medio del Océano!


Al atardecer visitamos el pueblo. Desde el camino se ven las casas blancas, agolpadas en una colina de la Sierra Cabrera.



Subimos por las callecitas angostas y empedradas. Parece un laberinto en el que es un placer perderse. Por fín llegamos a la cima. Desde aquí, la vista del Valle de las Pirámides es grandiosa.



La foto en la Puerta de la Ciudad es infaltable.



Todo muy hermoso... pero ya nos está alcanzando el hambre... ¿Esa terraza no es un restaurante? A comer se ha dicho!!!!!!!!!!







Miércoles 3 de agosto
Nos levantamos temprano. Antes de ir al mar, paso por un cyber a chequear mails. Ayer lo operaban a papá y aunque estuve llamando, no pude comunicarme... Ginger me dice que todo salió bárbaro. Conociéndolo a mi viejo, seguro está planeando la próxima cirugía.



Stephan se piensa que no voy a ver las fotos? Mucho "mirá como se divierten los chicos en las olas", para obtener 15 fotos de esa señora sin corpiño! 15!!!! En una de las fotos se descuidó y aparece Jonathan...



Encima me hace pasar papelones. "Querida, parate ahí. Estás hermosa con esa colchoneta". Todo para sacarle fotos a la minas de ahí atrás. Degenerado. Mejor que borrárselas, se las achico con photoshop. Esperá que se dé cuenta que en lugar de los 14 megapixeles, le quedaron que ni se notan. Ja!



A la tarde salimos a explorar otras playas, rumbo a la Torre de Macenas (Siglo XVIII) y la torre vigía El Perulico, de orígen Nazarí. Cuenta la leyenda, de un solo torrerero que ahuyentó a una flota invasora, redoblando su tambor dentro de este torreón y haciéndoles creer que un gran batallón los esperaba en la costa. O algo así.


(Hacé click sobre la foto si querés ver más)

Otra leyenda, más reciente, cuenta que Walt Disney nació en Mojácar, que su madre, soltera, lo dió en adopción a una pareja de turístas norteamericanos y que don Walter renegó siempre de sus raíces hispánicas. En los años 60, dos envíados del FBI destruyeron la partida de nacimiento y toda esperanza de corroborar esta historia. Sin embargo, hay quienes afirman que todavía quedan parientes en la zona cuyo parecido es asombroso. Personalmente, no ví ninguno.

Volvimos acalorados de la caminata. Nada mejor que un heladito artesanal en Menta y Limón!




Lucía y Jonathan ponen presentable a Clarissa para ir a los juegos: autitos chocadores, la cabeza hueca de Homero Simpson, colchonetas de salto y bungie cord jumping


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Terminamos el en el restaurante Albatros, sobre la playa. Nos dimos el gusto de comer una deliciosa paella de mariscos. Como nos vió desnutridos, la mesera (una rosarina simpatiquísima) nos convidó con un plato de croquetas de camarones.




Mañana temprano, otra vez los bolsos en el baúl y a continuar la travesía...