Tercera tanda de participantes:

TESTIMONIO VI - CRISTINA DAAE


Dieta “El señor del millón”






Yo era una señora seria de mediana edad aburrida de la vida. Mucho trabajo y poca diversión me habían llevado a aferrarme a la comida como único placer, y en poco tiempo había aumentado 30 kilos. Refunfuñaba todo el día. Los amigos blogueros, antes de entrar en naderías tenían que tomar Prozac si no querían deprimirse.
Un día, cansada de mi suerte, me atreví a ordenar un pack a www.patomusadiets.com sin tener demasiadas esperanzas.
El pack incluía un poroto de forma y color extraños, un frasco para germinación, papel secante y algodón. Las instrucciones eran sencillas: armar el germinador y regar regularmente durante diez días.
Poco a poco empezó a brotar la semilla, que fue creciendo y haciéndose humanoide.
No señores, no era un Potus, ¡Era un vejete forrado en guita con intenciones de mantenerme!






Desde ese día, no hago más dietas. Ahora el poroto devenido en proveedor me mima y me paga regularmente las liposucciones, la depilación definitiva y la aplicación de botox.

Ya no trabajo. De día soy dama de caridad y de noche me visto como Luciana Salazar.










¡Gracias a patomusadiets soy una mujer nueva!

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TESTIMONIO VII - BOB GUIJARRO


Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana, yo era un obeso Padawan. Con un sobrepeso de 25 gramos, me sentía desfigurado. Mis aventuras ya no eran las mismas. Mi habilidad de controlar la Fuerza disminuida. Mi vida ya no era igual. Estaba a punto de entregarme al Lado Oscuro de la desesperación cuándo un milagro apareció ante mi. La Dieta de las Axilas del Telemarketing de Patomusa for a Better Life Foundation. Aunque al principio me parecía una burla. ¿Quién puede bajar de peso comiendo 10 bolsas de frituras de cerdo al día? ¿O con malteadas de camarones con Choco Milk?. Simplemente no lo creía.






Pero el milagro ocurrió. Tan sólo dos horas después de llamar al 01900 Yo-Quiero-Ser-Un-Jedi-Delgado, recibí mi primer paquete de la Dieta de las Axilas, el cuál viene con un sencillo instructivo en tailandés antiguo del siglo 4 A.C.. Para usar la Dieta de las Axilas no se necesita ser un perito en Lenguas Muertas o un Doctor en sánscritos del pasado, basta con tener voluntad y mucha imaginación.



Ahora, trece minutos después, no sólo perdí mis 25 gramos de sobrepeso si no también mi líbido, mi energía sexual, mi salud y envejecí 45 años de un solo golpe. ¿Cómo lo haces, Patomusa?. Gracias, mil gracias... Por desgraciarme la vida, por hacerme un Jedi viejo, inútil y lleno de sarcasmo e ironías... Dieta de las Axilas, mis... botas Jedi.