Dime como luces y te diré si te chateo...
Yo debo estar mal de la cabeza.
Me encanta reunirme, a diario, en los blogs y en el chat con los amigos. Es un lugar donde el tiempo, el espacio, la edad no existen. No sé si me explico.
La actual, es una sociedad donde, más que nunca, las apariencias determinan donde llegaremos. Es un bodrio, lo sé, pero cada vez hay más presión para tener siempre 20 años y una figura perfecta. Y estamos destinados a perder, día a día, el tren.
Entonces, ¿por qué en el único lugar donde podemos ser nosotros mismos, donde no importa si nos olvidamos de lavar los dientes, donde no tenemos que lidiar con la carga de ser juzgados por la apariencia física antes de abrir la boca, donde podemos seguir teniendo esos 20 años… por qué nos empeñamos en pedir fotos, en preguntar la edad, el peso y la estatura?
Tanta es la deseperación por quitarse años, que en el intercambio me llegó esta.
¡Déjense de joder, se los suplico! ¿Para qué revolver el cajón buscando alguna, del siglo pasado, en que salimos favorecidos? Usen la imaginación, que a ninguno les falta.
Pero después de todo, esto es un foto-no-blog. Aquí tienen el retrato de la que escribe, post-cirugía. A sugerencia de Toro, agregué algunos piercings al plan original, es más moderno.
Una lástima. A mi pesar, se terminó el misterio.
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